Blanco y Negro

Blanco y Negro
Juntos... un huracán...

sábado, abril 15, 2017

DESPUÉS DE TANTO...

Hace más de tres años que desaparecí del blog que tanto quiero y cuidé durante mucho tiempo.
Pensé en abrir otro, con otro nombre, de otro tiempo y diferentes vidas, pero en esencia soy la misma y es mi vida misma. Así que, aquí vuelvo una vez más como el hijo pródigo, con diferentes decires y diferentes formas de ver todo.

Mis cambios se deben a cosas buenas de la vida. No cambié mi forma de ver a partir de tragedias, sino de viajes, y puedo asegurar que es más enriquecedor y vivido.

En pocos días, estaré subiendo a un avión para viajar por segunda vez hacia el origen. Así lo sentí en el dos mil catorce, cuando pisé por primera vez Europa. Aunque mi tren se detuvo en la estación de la ciudad que siempre quiero conocer, no llegué en esa ocasión. Ésta vez lo más al sur que iré de Italia será Aprilia, por lo que Gaeta me seguirá esperando. Puede tener algo de cábala, exactamente al revés de lo que hago en el momento de tirar la moneda en la Fontana di Trevi, que lo hago para volver. Gaeta me espera y yo no voy, para tener que volver una y otra vez, y siempre tengo la excusa perfecta: ahí están mis orígenes más certeros. No es solamente una excusa. También existe la posibilidad que me suceda como a mi tío Antonio. Él llegó a Gaeta pero nunca se animó a preguntar por los "Mitrano". Algo lo hizo callar en el momento en que iba a hacerlo. Fue algo interior, un miedo, algo hizo que se quedara con las ganas de verle la cara a algunos que podrían ser familia o no, pero que portaban el mismísimo apellido. Quizás solamente fue esa necesidad interior de quedarse con la fantasía antes que con la realidad que, la mayoría de las veces, no puede superar a la anterior. Entonces, al saberse perteneciente a una familia del sur de Italia, creo que su fantasía lo colocaba como en Sicilia y la mafia. En eso no importa la realidad, lo mejor que tenemos es nuestras ganas de ser...
las ganas crean escenas fantásticas, siempre, dignas del cine... y hablando de Italia, quizás prefirió mezclar un poco del mare, otro de la mafia y un poco de Tinto Brass (aunque éste último fuera del norte) pero viste cómo es de cabeza dura, la fantasía, no?

Bueno, de todas formas veo la ida al viejo continente como el viaje hacia el orígen, y aunque en realidad no sea el mío, seguramente es el de muchos otros. Y en ésta ocasión decidí escribir, como una vitácora, como un cuaderno de viajes o como se les ocurra que sea. Serán sesenta días descubriendo, aunque repito ciudades porque me parece que necesito volver a visitarlas, siempre es un descubrimiento.
Mi descubrimiento, que siempre se condice con un viaje interior.
Seguí esperándome, Gaeta de mis amores!!

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