Blanco y Negro

Blanco y Negro
Juntos... un huracán...

miércoles, abril 29, 2009

ESTADO DE CUENTA... ESTADO DEL ALMA...

Me tocó hacer una revisión de mi vida. Todos la hacen en diciembre, llegando a fin de año. Esa época es de mucho trabajo y pocas horas libres, para mí, y prefiero usar éstas últimas disfrutando cada cosa que se me presenta.
Hoy, sin aviso previo, me di cuenta que mi revisión no solo había terminado, sino que había dado un saldo maravillosamente positivo.
Miles de cosas que necesito hacer, aun están pendientes. No estoy al día con las cuentas ni con los compromisos adquiridos. Así la lista podría ser larga. Pero lo más importante es que soy realmente feliz. No cambiaría mi vida por la de nadie. Estoy contenta con quienes me rodean y con las cosas que poseo. Estoy feliz de tener, hace casi veinticinco años, al hombre con el que construimos nuestra vida al mismo tiempo que una pareja sólida.
Orgullosa de mis hijos, padres y hermanos.
Estoy feliz y no me siento culpable por ello.

viernes, abril 24, 2009

Tiempos

Dicen que hay un tiempo para cada cosa...
Yo siento que esos tiempos nunca son suficientes. Soy recurrente al respecto. Tengo cientos de libros por leer, sólo placer y crecimiento que por lo general van juntos.
Me espera un libro encima de la mesa ratona del living de mi casa, que quiero leerlo porque se llama "Heliópolis". Un par más en mi dormitorio y otro montón que leí el título de refilón en el dormitorio de Santiago. Me debo la lectura de su libro casi publicado, del que conozco el nombre hace tantísimo tiempo, además de algunas pocas líneas. Me debo, me debo, pero mis tiempos... qué cortos se me ocurren!!

miércoles, abril 15, 2009

DESCOLOQUE

Si, es que me volví por un par de días a mi ciudad. Me sentí descolocada. Fuera de mis parámetros.
Llegando a la terminal de ómnibus, busqué la nave en la que me sentiría segura para llegar a casa. El auto estaba estacionado donde siempre y sentí amparo por no tener que salir directamente a una parada de transporte colectivo donde el choque sería terrible.
El olor de ésta ciudad me hace saber el porqué de tantos con problemas respiratorios. Con tan solo un millón y medio de habitantes no comprendo cómo no se hace algo. Además están los ruidos, ensordecedores, que hieren los oidos. La contaminación visual que se enfurece en éste año electoral como si no tuvieramos suficiente con saber que ellos, los políticos están ahí, y que siempre son los mismos, y que se demuestran malísimos malos y peores sólo con leer un poco de la historia de éste país. Ellos son políticos y pertenecen a la clase política así hayan sido, solo un año antes, albañiles. La profesión los succiona y quedan todos convertidos en la misma y peor clase de hombres y mujeres.
La casa me rechaza, siento que no estuve. Que el órden no es el mío, que me falta el aire fresco de cada día. No pasan demasiadas horas y alguien que llega dice "cambió el olor" "de nuevo tiene el olor a ésta casa". Me deja pensando. Seguramente es mi olor el que ni yo misma reconozco, el que faltaba. No era el de los productos de limpieza, porque utilicé los mismos que estaban acá y que además son diferentes a los que usaba antes. La casa ya se me hizo hogar. Ya convivimos los de siempre, ya discutimos, ya nos reimos. La casa ya no me rechaza, me recibe con calor de hogar.
Salgo, por primera vez en éste año, a llevar a mis hijos al colegio. Voy despacio y me lo hacen notar. "No estás en el balneario, podés subir más la velocidad y quiza llegaramos menos tarde" Es el comentario de mi hijo adolescente, que hoy se durmió y despertó a la hora en que entraba al colegio. Hoy odié manejar en ésta locura. Sé que pronto estaré de regreso por medio año, y que me va a ser fácil acostumbrarme, pero hoy, justo hoy, siento que mi ciudad me agrede y estoy descolocada.