Blanco y Negro

Blanco y Negro
Juntos... un huracán...

lunes, noviembre 22, 2010

A MIGUEL, AL NEGRO, AL AMOR...

Hoy merecíamos un rojo.
Después de tanto tiempo, una vida, vida colorida si las hay. 
Me pregunto quién daba dos monedas por nosotros y me respondo... nadie, solo nosotros y nuestro loco amor.. loco y persistente, manteniéndose contra viento y marea, y que valga no la redundancia sino el lugar común (en éste caso). 
Los años no se nos pasaron, claro que no, los vivimos intensamente, cada minuto. Nunca la tibieza, del negro al blanco pasando por todos los matices existentes. Y, aunque hace mucho tiempo, ya, tanto que no lo quiero ennumerar porque me dan miedo los números y le tengo alergia a las cifras, nos autodenominamos "el gris" por lo de negro y blanca, por las renuncias y las banderas que juntos enarbolamos.
Vida de pasiones hasta el hartazgo. De trasnochadas porque sí. De tiempos de pañales de tela y otros tantos de pañales desechables... 
Nosotros riendo, cantando, trabajando juntos. Hijos llorando, riendo, corriendo y cantando con amigos. 
Apartamento minúsculo que supo de tantas necesidades y también de la abundancia. Mudanzas, sueños, canciones que hicimos nuestras, poemas que nos decían hasta que los comenzaste a teclear vos mismo, y hoy, son como las violetas del invierno o los jazmines de la primavera que llegan sin pedir permiso para pintarme una sonrisa en la cara. Como la risa de la primera hora aunque sea temprano. Los peces, y otros bichos que me largan la carcajada tan necesaria.
Por todos y cada uno de los días en los que supimos desterrar la rutina, por aquellos en que nos odiamos porque ella nos traspasó, y por los otros. 
Salú y lo otro, amor, por tantos años y por los que están por venir.



martes, noviembre 16, 2010

EN BLANCO Y NEGRO

Me busco y te encuentro
observando mi yo más profundo
ese al que nadie más accede
Esas noches que me despierta
tu mirada 
más allá de lo que ve..
Busca el alma, el espíritu
tratando de ver donde los ojos no llegan
y así me encontrás, buscándote
para mirarte 
en el espejo de mi yo más profundo...

jueves, noviembre 04, 2010

Palabras

Busco la palabra
única
exacta
que defina,
un conjunto de letras
que le den sentido
a tanto amor
que desborda nuestros días
nuestras noches
con la pasión a flor de piel
o simplemente un compartir de tiempos y espacios
sabiéndonos.

Busco la palabra
para definir
un remolino, huracán
que lleva girándonos
hace más de un cuarto de siglo

busco la palabra
la que no existe
que somos nosotros
esa que no es tranquilidad
ni paz
ni rutina,
sino su antítesis

esa palabra
que incluye todas nuestras contradicciones
aquellas
éstas que día a día nos hacen
ser y estar

La palabra
quizás un término
frase
libro
que tampoco logro encontrar

Pero sí sé
que no va con normalidades
ni convencionalidades
no es la vida tranquila
que desgasta los sentimientos
es eso que puede hacernos vivir todas las emociones
y vibrar cada día de nuestras vidas
el beso
el abrazo
que si los contenemos unos segundos
estalla en un mar de risas o
de llantos o visceversa

Es el amor como nunca vi antes
como no lo veo alrededor
Son minutos de odio, el más sincero,
que da paso al beso más dulce
la caricia
el más puro amor

Por más que busco
no logro
no defino
no nomino
lo que somos
cómo somos
a pesar de todos éstos tantos años.

lunes, noviembre 01, 2010


Abro los ojos a otro día, uno más
mi hombre está inmovil abrazado a mi cuerpo
lentamente comienzo a recordar
sin moverme, para no sobresaltarlo
La cabeza parece querer estallar en mil pedazos
la memoria perdida da vestigios de querer volver
un flash
las miradas en silencio
la mía dura, alerta, no queriendo escuchar la silenciosa súplica
la de él tierna, buscando el lazo que lo devuelva a mis brazos..
las palabras de reproche comienzan a sucederse
como tantas veces
las respuestas lentas, a media voz reclamando comprensión
La rutina hace un alto
otra cabeza rueda sobre la alfombra enchastrando todo
con esa sangre oscura, sucia, que buscaba ser lavada
para redimirse de los pecados viejos
Una cabeza grande, redonda con culpa de mala madre
con recuerdos de una niña pequeña dejada en el olvido
durante medio siglo...
Una cabeza rueda en mi alfombra...
Nosotros la miramos cómplices
casi con estupor
No encontramos redención para la mujer ladrona de letras
para aquella que dejó un pasado para repetir su sucia historia una y otra vez
condenada a la repetición hasta el artazgo
condenada a la falta de amor por siempre jamás
Abro los ojos, mi hombre duerme abrazado
inmóvil mi cabeza parece estallar en miles de papelitos de colores
Medio siglo después
o medio siglo antes
el triste recuerdo de una mujer sin cabeza y con sombrero
unas babuchas blancas
un coro mal gritado
una vida miserable que vuelve a perder el contacto con lo humano
una miserable mujer sin cabeza que busca amor
un sombrero que no pidió quedar huérfano
una hija casi mujer negada
todo queda atrás,
perteneciendo a una pesadilla
que pide ser olvidada
una pesadilla que con el primer café con tres de azúcar
quedará para siempre en el mundo de los sueños olvidados...

Pesadilla...

Abro los ojos a otro día, uno más
mi hombre está inmovil abrazado a mi cuerpo
lentamente comienzo a recordar
sin moverme, para no sobresaltarlo
La cabeza parece querer estallar en mil pedazos
la memoria perdida da vestigios de querer volver
un flash
las miradas en silencio
la mía dura, alerta, no queriendo escuchar la silenciosa súplica
la de él tierna, buscando el lazo que lo devuelva a mis brazos..
las palabras de reproche comienzan a sucederse
como tantas veces
las respuestas lentas, a media voz reclamando comprensión
La rutina hace un alto
otra cabeza rueda sobre la alfombra enchastrando todo
con esa sangre oscura, sucia, que buscaba ser lavada
para redimirse de los pecados viejos
Una cabeza grande, redonda con culpa de mala madre
con recuerdos de una niña pequeña dejada en el olvido
durante medio siglo...
Una cabeza rueda en mi alfombra...
Nosotros la miramos cómplices
casi con estupor
No encontramos redención para la mujer ladrona de letras
para aquella que dejó un pasado para repetir su sucia historia una y otra vez
condenada a la repetición hasta el artazgo
condenada a la falta de amor por siempre jamás
Abro los ojos, mi hombre duerme abrazado
inmóvil mi cabeza parece estallar en miles de papelitos de colores
Medio siglo después
o medio siglo antes
el triste recuerdo de una mujer sin cabeza y con sombrero
unas babuchas blancas
un coro mal gritado
una vida miserable que vuelve a perder el contacto con lo humano
una miserable mujer sin cabeza que busca amor
un sombrero que no pidió quedar huérfano
una hija casi mujer negada
todo queda atrás,
perteneciendo a una pesadilla
que pide ser olvidada
una pesadilla que con el primer café con tres de azúcar
quedará para siempre en el mundo de los sueños olvidados...